En los últimos años, han surgido diversas advertencias sobre los ingredientes que se utilizan en la comida enlatada para gatos. Uno de estos ingredientes, conocido como carragenina, ha generado controversia por su posible relación con el cáncer en los felinos.
A pesar de que la carragenina se emplea comúnmente en muchos alimentos, incluidos los de consumo humano y animal, recientes investigaciones han sugerido que podría no ser tan inocuo como se pensaba.
Carragenina: el aditivo en la comida para gatos que podría causar cáncer a las mascotas
Un artículo publicado por la experta veterinaria Ingrid King en el portal Catster advierte a los dueños de gatos sobre los peligros potenciales de este aditivo. King destaca que, aunque la carragenina no degradada sigue siendo aprobada por las autoridades reguladoras, su exposición prolongada en productos para animales podría tener consecuencias negativas para la salud de los gatos.
Aunque los fabricantes aseguran que la carragenina alimentaria que utilizan es segura, algunos estudios han planteado serias dudas. Según el Cornucopia Institute, una organización estadounidense dedicada a la investigación de productos orgánicos, existe el riesgo de que incluso la carragenina alimentaria pueda contener pequeñas cantidades de carragenina degradada, lo que podría representar un riesgo para la salud a largo plazo.
Uno de los principales problemas que los investigadores han señalado con respecto a la carragenina es su capacidad para provocar inflamación en el tracto gastrointestinal. Esta inflamación crónica puede derivar en problemas más graves, como úlceras y tumores en el intestino.
De hecho, pruebas realizadas en animales de laboratorio han vinculado la exposición a este tipo de carragenina con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon y otros problemas gastrointestinales.
King señala en su artículo que la carragenina, cuando se somete a altas temperaturas o condiciones ácidas, como las que se pueden encontrar en el sistema digestivo de los gatos, puede degradarse y convertirse en la forma más dañina. Esta forma de carragenina está directamente asociada con el desarrollo de tumores y otras complicaciones graves en el sistema digestivo.
A pesar de estas advertencias, la carragenina sigue siendo ampliamente utilizada y permitida en la industria alimentaria tanto para humanos como para mascotas. La Association of American Feed Control Officials (AAFCO) y la FDA han definido la carragenina como un aditivo seguro, siempre y cuando sea utilizada en las proporciones adecuadas y no se degrade.
¿Qué es la carragenina?
La carragenina es un aditivo extraído de algas rojas, que se utiliza principalmente como agente gelificante, estabilizante y espesante en una variedad de productos alimenticios. Este ingrediente es común en muchas marcas de comida para gatos enlatada, donde se añade para mejorar la textura y consistencia del alimento. Su uso está aprobado por varias agencias reguladoras a nivel mundial, incluido el Food and Drug Administration (FDA) en los Estados Unidos, que lo clasifica como un aditivo seguro para el consumo (Generally Recognized as Safe o GRAS).
Sin embargo, a pesar de esta clasificación, varios estudios han demostrado que existen dos tipos de carragenina: la degradada y la no degradada. Mientras que la no degradada, también llamada carragenina alimentaria, es la que se utiliza en alimentos, la versión degradada, conocida como «poligeenan», ha sido clasificada como un posible carcinógeno por la International Agency for Research on Cancer (IARC).
Sin embargo, organizaciones como el Cornucopia Institute y varios científicos han expresado su preocupación por la posibilidad de que no todos los productos con carragenina alimentaria estén completamente libres de la versión degradada. En un estudio realizado por el instituto, se encontró que ninguno de los productos de carragenina de grado alimentario analizados estaba totalmente libre de trazas de carragenina degradada, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad de su uso prolongado.
¿Qué pueden hacer los dueños de gatos?
Ante las preocupaciones planteadas, la recomendación de los expertos es clara: los dueños de gatos deben leer cuidadosamente las etiquetas de los productos alimenticios que compran para sus mascotas. Si bien encontrar alimentos para gatos que no contengan carragenina puede ser más difícil, especialmente en las variedades de alimentos enlatados, vale la pena el esfuerzo para reducir el riesgo de problemas de salud a largo plazo.
Los veterinarios también recomiendan estar atentos a cualquier signo de malestar gastrointestinal en los gatos, como diarrea persistente, vómitos o pérdida de peso inexplicada. Estos síntomas podrían ser indicativos de una intolerancia o reacción adversa a ciertos ingredientes en la comida, incluida la carragenina.
Además, King sugiere que, en la medida de lo posible, los dueños de gatos opten por alimentos naturales y sin aditivos artificiales. Los alimentos orgánicos o aquellos que emplean ingredientes naturales en lugar de agentes espesantes y estabilizantes sintéticos pueden ser una mejor opción para mantener la salud a largo plazo de los felinos.
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